sábado, 3 de abril de 2010

Cuento: El semáforo atento


Tal vez sea una leyenda, lo que les voy a contar, pero era tal el conflicto que existía en la ciudad, que ningún peatón podía, sin riesgo la calle cruzar.

Discutieron los ciudadanos, esta situación fatal, y exigieron a las autoridades, un semáforo instalar.

El semáforo nuevecito observó la situación:
-Mejor que esperen los autos, y no el pobre peatón-.

Referencia: guía escolar 2, santillana

Se atravesaba en la calle haciendo una gran barrera, cuando cruzaban los niños que salían de la escuela.

A los hombres de trabajo,también les daba el paso y les ponía luz verde de la mejor calidad.

A los viejitos,el mismo, de la mano los pasaba; los autos, enfurecidos,con sus
bocinas pitaban.

Fue de tanto bocinazo que llegó la policía.

Y vieron al semáforo atento, moviéndose aquí y allá.
-Esto es cosa de locos- dijo la autoridad-.

O deja pasar los autos, o lo llevamos de acá.

Y por no alargar la historia, también les debo contar, que el semáforo atento, en la calle ya no ésta.

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